¿Estoy cuidando mis huesos?

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Muchas veces pensamos que el tema de los huesos es algo que solo debe de preocuparnos cuando llegamos a la vejez, pues siempre asociamos los problemas de huesos a personas de avanzada edad. Y aunque es en personas con edad avanzada cuando empiezan esos problemas, en la época de la humanidad que estamos viviendo, donde la longevidad es la mayor de la historia, es importante hacerlo con calidad de vida. Así que lo mejor que podemos hacer por nuestros huesos es saber qué necesitan, y cuándo, para poder mantenerlos sanos y fuertes toda la vida.

Tener a raya a nuestros huesos parece ser la clave para poder llevar una vida plena y sin limitaciones. Muchas veces pensamos sólo en el sobrepeso o en nuestra apariencia física para decidir si estoy saludable o no, pero déjame decirte que lo que no se ve también es importante. Así que hoy hablaremos de los huesos, por que, aunque si que es algo que padecemos con la edad avanzada, prevenir en edad temprana es la mejor solución.

Hay estudios que dicen que una de cada 3 mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura como consecuencia de la osteoporosis (disminución de la densidad de la masa ósea). Esta enfermedad es la causante de muchos problemas en la tercera edad.

Seguramente te estarás preguntando qué podemos hacer para procurar tener unos huesos sanos. Pues bien, lo mejor que podemos hacer es prevenir, y para eso lo primero es asegurarnos de ingerir suficiente calcio, ya que tiene un alto impacto en la salud y el metabolismo de nuestro sistema óseo. La ingesta de calcio, como hemos dicho anteriormente, ayuda a reducir el riesgo de fracturas en un futuro a medida que vamos cumpliendo años.

El 99% del calcio en nuestro cuerpo está en nuestros huesos y dientes. Y nuestro cuerpo, si no recibe diariamente la cantidad de calcio que necesita para sus funciones vitales, se irá a conseguirlo de nuestros huesos y dientes, pues son sus reservas. Por eso, en ocasiones especiales de nuestra vida, como embarazo, lactancia o fracturas óseas debemos tomar un extra de calcio, porque si no tomamos la cantidad necesaria de calcio, corremos el riesgo de sufrir de osteoporosis.

No debemos olvidar, que nuestro cuerpo siempre hará lo posible por cubrir sus necesidades primarias, aunque para eso tenga que sufrir una carencia en nuestros huesos, por eso es importante ingerir calcio. Y aunque la osteoporosis se presenta mayoritariamente en la tercera edad, una ingesta adecuada de calcio desde edades tempranas nos ayudará a prevenirla.

Pero el calcio no sólo nos ayuda con los huesos, el calcio también nos ayuda al buen funcionamiento de los músculos, los vasos sanguíneos, a regular los latidos del corazón, a facilitar la correcta transmisión de impulsos nerviosos y a mantener el equilibrio de fluidos en las células.

Aquí añadiremos que, aunque nuestros huesos son una fuente importante de calcio, siempre necesitaremos una nutrición equilibrada, recordemos que los huesos están hechos de células óseas. Y esas células, al igual que las del resto de nuestro cuerpo, crecen y se reproducen, por eso es importante que además de calcio tengas una correcta y equilibrada nutrición, pues todo ello afectará a un buen funcionamiento y fortalecimiento de toda tu masa ósea. No caigas en el error de que solo de calcio están hechos nuestros huesos.

Podemos encontrar calcio en los lácteos, quesos y yogures. También en las sardinas el salmón y las almendras y berberechos. Además, estos últimos, son una fuente importante de hierro.

Pero para tener unos huesos sanos, como he mencionado antes, no solo necesitamos calcio, sino que también, dentro de esa nutrición equilibrada, debemos consumir vitamina D, la cual ayuda a que nuestro cuerpo absorba correctamente el calcio. Podemos decir que la vitamina D es como la carretilla que hace que el calcio llegue correctamente allí a donde hace falta, ayudando también a tener huesos y dientes sanos y fuertes.

La vitamina D la recibimos a través de los alimentos, pero también con la exposición solar. Con unos 15-20 minutos diarios de exposición en la cara y en las manos es suficiente para aumentar la síntesis de esta vitamina y obtener unos niveles adecuados.

Además, existen suplementos alimenticios que te garantizan una adecuada cantidad de calcio y vitamina D en las cantidades necesarias y de fácil absorción. Si te decides por este tipo de suplementos es mejor que ese calcio provenga de origen vegetal, ya que la eliminación y la absorción son mejores que de los de origen animal.

Así que no te olvides de consumir calcio y vitamina D para así poder mantener unos huesos y dientes sanos y fuertes, además de otros beneficios que estos pueden brindar a nuestro organismo. ¡Ahora ya lo sabes!, a cuidar nuestros huesos y vivir sin limitaciones.

Para acabar me gustaría agradecerte el haber leído este artículo y deseo que te haya ayudado y te haya sido práctico para aplicarlo en tu día a día.

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